Lo que más nos fascina de los talleres de música y movimiento en familia es cómo fortalece el vínculo entre los adultos de referencia y sus niños. Es un espacio de encuentro donde el descubrimiento es común, donde nos acompañamos con la mirada sincera, abierta y curiosa; donde la escucha que se produce entre unos y otros hace que nos acercamos más entre nosotros; dónde se produce un aprendizaje desde el juego y la experimentación. La música y el movimiento son los medios que hacen posible toda esa complicidad.